Sentimos almas anteriores y llegarán nuevas almas sobre las que seguirá cayendo el rocío en sus ojos, descubriendo brillos metálicos e hirientes, entornarán sus párpados matizando el rayo incisivo y sentirán algo puro en su piel, la sinfonía no cesó en las almas pasadas, ni cesará en las presentes y futuras, la vida seguirá ahí, cayendo sobre todos nosotros por siempre y para siempre cada vez.
Juan F. Díaz Hidalgo
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Hace 10 horas
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